Por Dª Soledad DoumerLlegué a la oficina de mi Jefe un tanto dispuesta a todo. Hacía meses que trabaja con él y un sentimiento me atraída de tal manera que ante la mínima intención me entregaría por completo.

Él me esperaba en su oficina con su saco puesto, su corbata y sus anteojos colgando. El lugar formal, serio y distante.. Yo con mi pollera corta, mi camisa blanca y mis tacos que hacían ver mis piernas un tanto más tentadoras que lo de costumbre. Me llama a su despacho, entro a tomar nota de una misiva, y lo veo sentado en un sillón leyendo algo.

Me pide que la alcance uno de los libros que está en la biblioteca que está justo a su espalda. Ingenuamente me acerco y saco de la biblioteca unos de los libro que me pide, en el momento que levanto mis brazos hacia el mismo, su mano se desliza entre mis piernas y todo lo que venía sintiendo en estos días, se desploma y hace que ese ser se apodere de mí. Comienza tocando mis nalgas, luego mis piernas, mi sexo y lentamente me saca mis bragas, luego me abraza, me besa, me toca y como me toca, ay… como me toca.

Se separa un momento y me mira como extasiado y allí comienza la locura. Vuelvo a buscar el libro y esta vez, se pone debajo de mi y comienza a besarme , mi conchita se pone como loca, es tal la sensación y las ganas de que me penetre, mi cuerpo se contrae y se enloquece, grito, siento y me muero de ganas de que posea, acabo, acabo y vuelvo a acabar. Y su lengua dentro de mi hace que siga y siga y nunca termine de gozarlo.
Me pide que me mueva y me acuesto sobre el escritorio, para esto saca del cajón del escritorio una pija plástica de unas dimensiones espeluznantes. La llena de vaselina y yo acostada sobre su escritorio lleno de papeles y comienza a penetrarme despacito con el glande de plástico y mi concha se la come, uauh, como se la come, toda y pide más , más como si fuera un chupetín y disfruta, como disfruta esa conchita puta y como disfruta mi jefe poniéndola y sacándola, no puede creer que semejante cosa entre allí.. Y mi cuerpo se desliza y va y viene y grita como loca y disfruta como loca.

Y sus ganas surgen y me tira sobre él en el sillón, intento subirme pero no puedo, no llego a su pija, y después de semejante pedazo, hay que tener algo grande. Sus ganas son tantas que se muere por acabar dentro de mí. Se tira al piso y comienza el movimiento y allí empieza a sentirme y me deslizo y me pide que me saque todo, que quiere ver mis tetis.
Y me dice: _Cogeme, cogeme.
Y grita: _Yegua, Puta y se enloquece.
Y desde arriba me deslizo lentamente para adelante y para atrás y su rostro se torna con una expresión de placer y disfruta y me siento sobre su vientre y voy para arriba y para abajo y él se deleita con mi cuerpo y yo con su glande y es tan fuerte la sensación y tantas las ganas de poseerlo que muero por estar con él, me puede…
Y si pienso que hace unos cuantos meses que no tengo una pija así dentro de mí , real de carne y hueso (bueno de hueso nada) todo carne. Y disfrutamos y gritamos y mucho movimiento y placer y de golpe la explosión y me llena de leche, siento que salen litros y litros y su acabada fue tan grande que no se si es un pendex porque sentía que no acababa nunca de acabar.

Y grita y disfruta y su rostro se transforma y el piso de su oficina se llena de leche que da vueltas. Me agarra y quedamos tirados en el piso disfrutando el momento y luego de unos instantes nos ponemos de pie, rápidamente me visto y me pongo a tomar nota y seguir con mi trabajo. La oficina hecha un lío. La alfombra manchada, sigo con mi trabajo como si nada hubiese pasado pero cargada de leche dentro de mí, el placer y tus ganas.