Para quienes no la leyeron en el blog de García Francés repito esta entrada sobre los que miran, los que se dejan ver, y sobre el cómo, cuándo y dónde. Empujar, por supuesto, ¿no estaba claro?
Al principio de los tiempos los pueblos sedentarios empujaban en la cueva, tradición que al evolucionar se convirtió en el precedente del polvo casero y encamado. Todo un clásico de gran recorrido evolutivo. Fueron los pueblos cazadores, de natural más inquieto y trashumante, lo que cogieron el gusto a follar en descampado y a la vista de los caminantes. Estos cazadores perfeccionaron la técnica del polvazo al aire libre y se les atribuye el invento de la histórica frase: “Pepe, estate quieto, ¡que nos van a ver!”
Así comenzó el despelote por los escasamente circulados caminos antiguos, luego en las concurridas tabernas de la Edad Media y durante los sucesos del Dos de Mayo, con los patriotas salidos tras ver a la melonuda Agustina de Aragón emprenderla a cañonazos con los gabachos.
También hubo su miajita de folleteo en nuestra guerra civil con las solicitadísimas enfermeras y camaradas del frente y la retaguardia y finalmente, ya en nuestros días, con los acrobáticos coitos paternos en el 600 aparcado en batería junto a otros quinientos vehículos igualmente sacudidos por temblores sísmico sexuales.
Hoy, los analfabetizados jóvenes de la LOGSE, miembro en ristre y arrastrando a la despelujada choni de turno, han descubierto e invadido los servicios de los centros comerciales reconvirtiéndolos en jodederos de barrio.
Finalmente y desde que se inventó el curro, como subespecialidad practicada con diferente éxito, desde el anonimato más total al despido humillante por acoso, se ha ejercitado en España el agradabilísimo kiki laboral. Bien sea en el propio centro de trabajo, despachos, escaleras, almacenes, o “in itinere”, al entrar o al salir del andamio y todo lo lejos que permita el calentón.
Es la forma placentera de recuperar algunas de las plusvalías que roban los cerdos empresarios capitalistas a los honrados trabajadores y sindicalistas liberados.
Dejo para una posible segunda parte, si ustedes dan su beneplácito, todo lo relacionado con exhibicionistas, mirones, puteros de toda laya y mendicantes sexuales. Saludos, amigos.
De toda la historia del sexo me quedo con los coitos en el 600 o en el SIMCA 1200....Creo que son los más románticos,divertidos,acrobáticos e impulsivos...
ResponderEliminarRecuerdo una historia en un coche en un mirador que............
AYYY no lo cuento...¿¿que verguenza!!!
Mardito muñequito trogodita!!!!menudo tortazo le ha metido a la pobre muñequita!!!
ResponderEliminarLady Nazaríes, nada como un buen ayuntamiento carnal nocturno en la orilla de la playa en bajamar a la luz de la luna tras el previo y nudo baño.
ResponderEliminarLa de historias que podrían contar al alimón la arena y las olas del mar.
Querido Beau Brummel...por supuesto nada mejor que el mar...lo describes muy bien...bajamar...luz de luna...olas, arena...mediterráneo...atlántico....que mas da!!!...Hacer el amor en la orilla del mar...algo indescriptible!!En mi blog hay varias historias así!!!
ResponderEliminarYo me quedo con un momento estelar en un probabor de las antiguas Galerias Preciados, aunque podría enumerar unas cuentas jajajaja. Claro está y las que me quedan, eso del riesgo tiene su puntito.
ResponderEliminarDon: He estado ausente estos dias por motivos profesionales, lo justito para poner al dia (más o menos mis blogs. Muchos abrazos.
¡Vaya! Qué sorpresa Beau Brummel, me alegra verlo por aquí tambien.
Nazaries ¿y los del dos caballos, Dyane 6? JAJAJAJA, no se movia "na".
Besos humedos para tod@s
Dª Rosa, tengo que hablar con usted. Necesito que me envíe un correo-e a la dirección que figura en el perfil.
ResponderEliminarEs un placer tenerla aquí de nuevo. Un abrazo, Doñita.
D. Beau, bienvenido a esta casa. Póngase cómodo, tome un abanico y refrésquese que estamos en Julio y la temperatura no para de subir.
ResponderEliminarSaludos cordiales, amigo.
Dª Nazaríes, usted más que mujer debió nacer sirena por su afición a las aguas saladas y su empleo termal como terapia coadyuvante del sexo. Vamos, que polvo sin salitre ni es follar ni es ná....
ResponderEliminarDios mío, para hacer el amor con usted parecería que uno debería haber nacido pez espada. O bonito del norte.
Sabe usted que bromeo porque la quiero mucho, amiga mía.
Gracias por su cordial bienvenida Sr. García Francés. Sepa que le tomo la palabra, paso y me acomodo con la esperanza no de refrescarme, sino de sudar en esta fascinante sauna de deseo que tienen montada aquí. He visitado algunas cabinas y tengo que reconocer que son muy, muy tentadoras. Ese ambiente de calor y humedad es realmente adictivo, especialmente si está avivado por alguna de las bellísimas narradoras del club. Espero poder estar a la altura y contribuir a estimular su fantasía con mis humildes aportaciones.
ResponderEliminarVaya con el temita historicosexopostural que se nos ha buscado usted mi querido Don para sofocar los calores estivales.
ResponderEliminarLeyéndolo con calma, me ha recordado cuando intercambiaba cromos, en este caso posturitas y lugares, recuerdan aquello de : "Este si, este si, este si, uisss... esa me falta"
Saludos a todos
Adorada Lady Rosa, me confieso pecador de alguna situación de riesgo. Calculado, eso sí. Otra historia para contar, si le placiera.
ResponderEliminarYo tuve un Dyane6 que era como una cama de agua. ¡Qué tiempos!
até os elefantes??
ResponderEliminarhahahahaha
muito interessante as imagens
ylle