sábado, 10 de julio de 2010

Balas de Carmín, por D. César, ¡gracias, querido!

Acabo de leer la novela Balas de Carmín, de D. Alfredo García Francés, por quién he sentido curiosidad desde que leí su primer post, directo, brutalmente cierto e irónicamente sincero.

Balas de Carmín


El primer capítulo te deja amarrado a la narración irremediablemente. Necesitas saber, necesitas respuestas y quieres conocer más profundamente a Melania Bejarano, Lany. ¿Por qué, de una manera fría, como si desde siempre hubiera sentido la necesidad de hacerlo, pide su bendición y dispara a quién menos debiera hacerlo? ¿Porqué el lector advierte una sensación de alivio en Lany al dejar el arma?

Balas de Carmín, la sinopsis lo deja muy claro, es una novela de amor y odio, de resentimientos adquiridos en la infancia que el autor sabe plasmar de manera tal que a veces pudiera pensarse que es él mismo quien dispara.

Las circunstancias han hecho de Lany una mujer fría y calculadora, independiente aún en las peores circunstancias de su secuestro. Esa frialdad le valdrá para perfeccionar su “profesión” de la que se servirá para limpiar su pasado y vivir su vida venidera de la manera que ella elija. Lany siempre elije. Incluso con quién y cuándo quiere perder su virginidad. Y a pesar del odio, no olvida a los que en los años duros de secuestro se han olvidado de ella.

Posiblemente, Lany es universitaria, haya leído a Dostoievski y haya comprendido el dilema de Raskolnikov, el personaje que empieza matando para hacer luego el bien. Me inclino a creer que va cumpliendo con “los encargos” por responsabilidad profesional y porque así se lo pide su hermano Edgar, uno de los jefes del narcotráfico.

Balas de carmín, es un paseo por el proceloso mundo de los secuestros, de los asesinatos por encargo, del narcotráfico, pero con una visión cercana, como de primera mano que hace pensar que el autor o ha estado en las montañas con los secuestradores o ha dispuesto de información privilegiada.


Con un lenguaje sincero, directo, lleno de localismos que le dan un aire veraz, en Balas de Carmín el sexo entre mujeres salpica las hojas de la novela llevado de la mano del amor unas veces o simplemente del deseo carnal. Pero no nos engañemos, es una novela, un trhiller en donde la acción es trepidante y narrada en leguaje directo que te atrapa hasta la palabra final. Un placer haber tenido la oportunidad de poder leerla y con ella conocer más en profundidad a su autor.

Esto le respondí a nuestro querido D. César en su blog.

D. César, pocas cosas hay más gratas a un autor que contar con la aprobación y, sobre todo, con el cariño de sus lectores. Ya que cita al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, mi hermano postizo desde aquellos épicos días de mayo del 68 en Paris, usaré una frase que él gusta repetir: "Los autores escribimos para que nos quieran". No recuerdo si es original suya o la usa citando a otro autor.
La jodida bohemia de Mayo del 68

Pero, es cierta, y este caso lo demuestra. Su entrada sobre mi novela Balas de Carmín trasmite afecto por el libro y por su autor. Yo. ¿Qué mejor recompensa? Le estoy inmensamente agradecido, amigo mío, y celebro que esa novela le haya servido para entretenerse, enardecerse y conocer un poco más mi patria adoptante, la bella y apasionada Colombia.

Estoy en deuda con usted, querido, pero sólo le pido un favor más. No me halague tanto porque nunca he sabido controlar mi vanidad. Recuerde que "el elogio del amigo, por serlo, siempre es excesivo". El suyo, por discreto, siempre será bien recibido. Con el mayor afecto, amigo mío.

Las fotos de los hombres del Club Encuentros

Discúlpenme por haber faltado estos últimos días a mis deberes de anfitrión. Intentaré ponerme al día durante el fin de semana. Respecto a la inquietud manifestada por mis admiradas Dª Orquídea, Dª Rosa, Dª Nazarís y Dª I’am, respecto a una supuesta promesa de comparecencia gráfica por parte de los varones del blog, manifiesto que NUNCA fue condición para colgar las suyas.

No es que me niegue. Simplemente las aprecio a ustedes demasiado para infligirles ese duro golpe y trato de evitarles un horrible rato porque, para disfrutar de esas imágenes, llegan ustedes con tres décadas de retraso. No obstante, para que comprueben mi buena voluntad, les dejo una de mis últimas imágenes. Un concurso.

6 comentarios:

  1. ¿Ven lo que les decía, señoras? Publico mis vergüenzas y sólo obtengo un educado (asqueado) silencio. Se lo avisé pero les agradezco que no hayan hecho mofa.

    Sólo quedan flacideces y colgajos. De verdad, créanme, ¿para qué pasar un mal rato?

    Con mi afecto, Doñas, para las rojigualdas de los dulces canalillos.

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    1. D. Alfredo, llego con tres años de retraso a esta entrada.
      Admito que me he quedado sin palabras al ver esta pancarta tan estratégicamente colocada. He intentado adivinar lo que se encontraba tras la pancarta y también averiguar la parte que falta de ella: o-pen. Esto fue lo único que se me ocurrió.
      Por otra parte, déjeme corregirle por hablar de colgajos y flacideces ya que lo que se perdió en el tiempo se ganó con la experiencia.
      Un abrazo.
      María Luisa Viñuales

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  2. D.Alfredo lo que pasa esque nos hemos quedado......"SIN PALABRAS"....

    Por cierto me firmará usted Balas de Carmín????

    Besos

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  3. D.Alfredo rectifico...sin palabras quiero decir..que usted en la vida real sin foto tiene que estar mas gueno que un jamón de Trevelez!!!

    Usted ni tiene colgajos ni ná...ayyy lo que le gusta martirizarse!!!!pero si usted es un BOMBOÓM!!!!Anda enseñesemos manquesea una rodillita!!!!!!

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  4. Don, que es Domingo, día de merecido descanso y preparativos para lo de esta noche, ya sabe, aunque no le guste el Furbo como dice usted, estamos todos histéricos y eufóricos. No nos ha dado tiempo de verlo, o al menos a mí se me paso desapercibido.

    Pero de verdad pensé que no era usted, no le reconocía... como dice Doña Nazaríes... SIN PALABRAS.

    Besos

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  5. Mi querido Don, acabo de llegar tras un largo y duro fin de semana trabajando, puede echarle las culpas al cansacio, o a las benditas dioptrías, pero me juego lo que quiera, a que el primer Gol del domingo nos lo ha metido usted con esa foto.

    Saludos

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