Antes estaba muerta, hoy soy tuya, feliz, ¿qué más quieres de mí?

Relato de
Dª Nazaríes
Fuera de Concurso
Me fascina jugar con fuego, provocarte y que claves en mí tus ojos de deseo, por eso, me adorno para tí con lencería provocativa. Uso prendas que no me pondría jamás si no deseara que saltes frenético encima de mí. Me exhibo como una puta ante tí que me escrutas sentado en el sillón. Y en tu mirada noto te vuelve loco esa prenda antigua que deja mi espalda al descubierto y muestra al aire mis glúteos.

Acaricio mi cuerpo de forma sensual. Mis manos recorren mis pechos, mi barriga y el separar de mis piernas, tan abiertas como un libro, te enloquece. Mi cuerpo es espectacular y rozas mi piel que sientes como de seda. Ordenas que recoja mi pelo porque adoras mi nuca y ansías besármela hasta desgastarla.

Me exhibo ante tí, dejo caer la ropa despacio y te muestro mi pubis depilado. Te oigo jadear y tu respiración se acelera tanto que me excito hasta el delirio. Tú te retrepas en tu sillón y me indicas que me acerque. Quieres que me entregue a ti. Quieres hacerme tuya. Poseerme. Sí, por favor, hazlo.

Abro mis piernas y abrazo las tuyas y el placer es infinito cuando te noto ardiendo dentro de mí. Te acaricio la cara, tu boca y la mía explotan enlazándose y nuestras miradas refulgen al notar como nuestros cuerpos se funden y como el deseo nos calcina los adentros.

Tus susurros me enloquecen y mis gemidos y los tuyos son un increscendo de lujuria. Sentímos el vaivén de nuestras caderas y lentísima y profundamente sufrimos los espasmos de placer. Quisiera deleitarte más aún pero me estremeces, me derrites y haces que quiera gozar ya. Entonces me penetras con más fuerza aún y gritas tu furia porque ansiosamente he acelerado el fin. Decepcionado, para castigar mi egoísmo, me atas y te vas. Ya te echo de menos. Vuelve, por favor, ¿qué más quieres?